Asistimos a un momento histórico muy particular, en el cual la educación se ha convertido en un factor decisivo para todas aquellas personas que, una vez culminado su proceso de formación básico, pretenden continuar con su vida desarrollando una actividad profesional en un marco de estabilidad laboral y económica. Como suelen repetir los especialistas, las ofertas de ciudadanos que buscan un empleo suelen ser muchos mayores que las posibilidades que hoy por hoy se ofrecen, con lo cual aquellos que estén debidamente capacitados podrán tomar una ventaja decisiva en relación a aquellos que no pueden hacerlo o que no comprenden la importancia que esto tiene. Frente a esta realidad, los jóvenes mexicanos se encuentran hoy ante una posibilidad histórica, como es la de capacitarse no solo a partir de las universidades y casas de estudio tradicionales, sino también a través de espacios modernos como las maestrías en España o en otras tantas partes del mundo.

A diferencia de lo que sucedía tradicionalmente, hoy por hoy se observa a la posibilidad de emigrar y de estudiar en otras latitudes precisamente como eso, como una alternativa sumamente válida para todos aquellos que buscan expandir sus horizontes no solo en cuanto al conocimiento de una profesión se refiere, sino también hacia otras culturas a partir del contacto con las mismas y accediendo a dichos espacios. De esta manera, el índice de mexicanos que salen de las fronteras nacionales para acceder a instancias formativas que ellos mismos consideran más convenientes o de mayor calidad, alcanza por estos días marcas históricas en cuanto a popularidad y demanda, al punto tal de que se cuentan por cientos los ciudadanos que se dirigen hacia otras naciones para terminar de estudiar.

En este proceso, ayuda también la aparición de diversos espacios y alternativas de capacitación, desarrolladas precisamente para cubrir esta demanda y siempre atentas a las necesidades y los reclamos de los propios estudiantes. De esta forma, tanto las maestrías en España como otras tantas posibilidades de estudiar en el exterior, no solo han elevado el nivel de formación de los cientos de mexicanos que sacan partido de estas opciones, sino que además contribuyen a seguir incrementando la jerarquía de jóvenes que pueden completar su etapa de formación y que se convierten de inmediato en profesionales de primer nivel mundial.